Sergio Palmieri analizó la coyuntura del fútbol regional y la crítica situación laboral del sector molinero

En la mañana de hoy, Sergio Palmieri, presidente de la Liga Deportiva de Chacabuco y representante de la Unión Obrera Molinera Argentina (UOMA), visitó los estudios del programa para compartir una extensa entrevista en la que se abordaron los temas más calientes de la actualidad deportiva y laboral del país. Su presencia coincidió con un clima amenazante por las lluvias constantes y con el eco reciente del Congreso de Molineros realizado en Córdoba a fines de noviembre, que dejó un saldo cargado de preocupación.

Fútbol nacional: la polémica Estudiantes–AFA y el rechazo a las SAD

En el inicio de la charla, Palmieri trazó un panorama general de la situación del fútbol argentino, que en las últimas semanas se vio sacudido por la controversia entre Estudiantes de La Plata, la AFA y las figuras de Claudio Tapia y Juan Sebastián Verón. Con una mirada crítica, advirtió que 'estas disputas parecen cada vez más alejadas de la gente y de lo que realmente le importa al fútbol argentino'.

Aunque reconoció que 'en todos los torneos hay decisiones arbitrales discutibles', fue categórico al expresar su rechazo a la idea de privatizar el fútbol. 'Siempre voy a estar del lado del club y de sus socios. Hay cosas que mejorar, claro, pero nunca de la mano de las sociedades anónimas', afirmó, dejando clara su postura en defensa del modelo asociativo.

Palmieri también se refirió a las sanciones arbitrales recientes, que calificó como 'incoherentes' y que, según explicó, condicionan la carrera de los jugadores sin medir el impacto en sus trayectorias. Recordó incluso casos históricos en los que las suspensiones se aplicaban en torneos de verano para evitar perjudicar competencias oficiales, algo que contrastó con la rigidez actual.

El partido suspendido entre Argentinos de Chacabuco y Defensores de Salto

En el plano local, Palmieri explicó la situación del encuentro que debía disputarse en Salto entre Argentinos de Chacabuco y Defensores de Salto, partido que finalmente no se jugó. Las complicaciones climáticas fueron determinantes, aunque el dirigente aclaró que la suspensión no siempre depende de la liga, sino del árbitro al momento de llegar al estadio.

Esa modalidad, señaló, 'genera gastos evitables para los clubes', especialmente cuando hay traslados largos o delegaciones que viajan desde otras provincias. También remarcó la importancia de una coordinación adecuada entre las autoridades deportivas, los clubes y las fuerzas de seguridad, luego de que la policía local se negara en un caso reciente a emitir un nuevo servicio de orden, lo que derivó en una frustración generalizada.

Palmieri cuestionó decisiones administrativas que, según él, 'han llegado a alterar la programación de clásicos, afectar a las instituciones y perjudicar al público'. Aun así, destacó la importancia del diálogo y dejó entrever que estos desacuerdos podrían corregirse con mayor comunicación entre ligas.

Asimismo, adelantó que, debido al clima y a la acumulación de partidos postergados, se especula con que el torneo finalice recién en febrero de 2026, algo que preocupa a varios clubes por razones logísticas y deportivas.

Del fútbol al sindicalismo: un escenario laboral marcado por la preocupación

Tras el análisis deportivo, la entrevista avanzó hacia el tema que más lo convocaba: su rol dentro de UOMA y el reciente Congreso de Molineros realizado en Córdoba, donde se expuso una radiografía preocupante del sector industrial.

Palmieri no ocultó su inquietud: 'La crisis no es solo molinera; abarca a muchas áreas del país'. Según explicó, la presencia de las diputadas nacionales Natalia de la Sota y Julia Strada aportó una mirada política sobre la situación, pero el panorama general dejó sabor amargo.

Uno de los puntos más relevantes fue la caída abrupta de contrataciones eventuales para cubrir vacaciones, algo que tradicionalmente en esta época del año se incrementaba. 'Es legal que reduzcan personal eventual, pero detrás de cada contrato que no se renueva hay una familia sin ingresos', señaló. Mencionó particularmente a Molinos Cañuelas, donde la merma de personal eventual se volvió evidente.

Palmieri aseguró que la inflación real ronda el 10% mensual, muy lejos del '2% que informan los medios nacionales'. También denunció que varios cierres de empresas no están siendo informados públicamente, lo que invisibiliza la magnitud de la crisis laboral. 'Tenemos un listado enorme de establecimientos que bajaron la persiana y nadie lo dice', lamentó.

Reforma laboral, paritarias estancadas y presión del empresariado

El representante gremial repasó los 109 artículos de la reforma laboral impulsada desde el Gobierno, a los que definió como 'un paquete que no beneficia a los trabajadores en ningún punto'. Planteó que las cámaras empresariales mantienen hoy una posición dominante y que la correlación de fuerzas está desequilibrada.

A su vez, criticó el freno a las paritarias y señaló que los aumentos de precios 'destruyen el salario real semana a semana', especialmente el costo del supermercado y los productos básicos.

La influencia de Estados Unidos y los riesgos para la industria nacional

Palmieri también se refirió a la presión económica estadounidense sobre Argentina, algo que —según afirmó— afecta de manera directa a la industria molinera y a otros sectores productivos. 'Las manos externas están condicionando nuestras políticas y las decisiones internas', aseguró.

Recordó episodios como el 'lunes negro' y la caída del dólar posterior a elecciones, que en su interpretación respondieron a señales de desconfianza desde el exterior hacia el gobierno argentino.

CGT, tensiones internas y el pedido de mayor presencia en las calles

El dirigente molinero habló con dureza sobre el actual triunvirato de la CGT, cuestionando la falta de medidas en defensa de los trabajadores. 'UOMA no acompaña esta conducción, necesitamos un sindicalismo que actúe, no que dialogue mientras nos sacan derechos', expresó.

Los delegados —contó— exigen mayor presencia en la calle ante el avance de políticas que consideran perjudiciales. También criticó la designación del teniente general Carlos Presti y del nuevo jefe de Gabinete, cuyas trayectorias vinculó a decisiones represivas y trabas a la búsqueda de nietos apropiados durante la última dictadura.

Mirada política: unidad, memoria y futuro incierto

Palmieri dedicó un tramo importante a reflexionar sobre el estado actual del país. Lamentó la falta de memoria histórica en algunos sectores y cuestionó que, pese a los recortes y pérdidas de derechos, un 40% del electorado siga apoyando a dirigentes que —según dijo— perjudican a la clase trabajadora.

Consideró urgente recomponer la unidad dentro del peronismo y dejar atrás las peleas internas: 'Si seguimos divididos, perdemos todos'. También expresó preocupación por las generaciones más jóvenes, afectadas por el deterioro del poder adquisitivo y la incertidumbre laboral.

Cierre: entre el pesimismo y la necesidad de acción

La entrevista concluyó con un tono reflexivo. Palmieri confesó cierto pesimismo ante el panorama general, tanto en lo gremial como en lo económico. Sin embargo, remarcó la necesidad de seguir organizando, reclamando y proponiendo alternativas de cara al futuro.

En cuanto al fútbol, anticipó que la Asamblea de febrero será clave para definir proyectos y categorías juveniles, aunque reconoció que aún hay muchos aspectos en discusión.

Entre preocupaciones por su próximo cumpleaños, la organización de los torneos y los desafíos gremiales que se vienen, el dirigente dejó un mensaje claro:
'No queda otra que seguir peleando, en la calle, en los clubes y en cada lugar donde los trabajadores y el deporte necesiten ser defendidos'.