Verónica Alessandro, presidenta del Colegio de Trabajadores Sociales, analizó la evolución y el presente de la profesión en el marco del Día del Trabajador Social, que actualmente se celebra el 10 de diciembre, fecha elegida por su vínculo con la defensa de los Derechos Humanos. Alessandro destacó que, a diferencia de años anteriores, el trabajo social se ha ampliado notablemente y hoy ocupa espacios más diversos dentro del territorio: educación, salud, justicia, instituciones comunitarias y equipos interdisciplinarios.

Explicó que una característica fundamental de la profesión es la articulación con otras disciplinas. 'El trabajo social es servicio y no se puede intervenir solo', afirmó, al resaltar la importancia del trabajo grupal y la mirada integral sobre cada individuo o familia. En educación, por ejemplo, forma parte del Equipo de Orientación Escolar junto a dos psicopedagogas —una orientadora educacional y otra aúlica— para acompañar a estudiantes y docentes desde diferentes enfoques. Remarcó que estos equipos funcionan como espacios de puertas abiertas donde los alumnos encuentran contención, escucha y actividades que fortalecen su desarrollo.

Alessandro también señaló que no todas las escuelas poseen equipos propios, aunque deberían, y que la falta de cargos es una problemática extendida en toda la provincia. Asimismo, mencionó que la oferta académica local suele influir en la cantidad de profesionales en cada área: cuando una carrera se dicta varios años seguidos, en ciudades pequeñas se produce una saturación laboral que luego obliga a cerrar temporalmente el ingreso, como sucederá próximamente con Trabajo Social en el Instituto 67.

Como presidenta del Colegio, explicó además cómo funcionan las juras profesionales, un acto protocolar donde los recién recibidos obtienen su matrícula y juran el Código de Ética, cuyo eje principal es la defensa intransigente de los derechos humanos. Este año jurarán 14 nuevos profesionales de distintos municipios del distrito, entre ellos Chacabuco, Rojas, Ameghino, Pinto, Lincoln, Alem, Vedia y Junín.

Finalmente, Alessandro celebró que cada vez más hombres se incorporen a la carrera —históricamente feminizada— y destacó que la diversidad de miradas enriquece las intervenciones. Subrayó que el trabajo social exige una combinación de sensibilidad, pragmatismo y capacidad para mirar más allá del problema inmediato, aportando una comprensión ampliada que fortalece el abordaje integral dentro de los equipos interdisciplinarios.